El trabajo domina nuestras vidas. Para cuando tengas 60 años, ¡vas haber gastado más de 100.000 horas trabajando! Usas más horas trabajando, pensando acerca del trabajo, y yendo hasta el trabajo, de lo que haces combinando comer, descansar e ir de vacaciones.
Como el trabajo compromete la mayor parte de tu vida, Dios quiere que triunfes en él. Es más, Él está listo para ayudarte ya. En la Biblia Dios ofrece esta garantía:
“Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán.” Proverbios 16:3
Busca la dirección de Dios. Pídele a Él que te guíe cada día, en tu planificación… tu organización… en la toma de decisiones… cuando implementas cosas nuevas… y en tu relación con todos los que estés en contacto. “El Señor se complace en la oración de la gente buena.” Proverbios 15:8
"GRACIAS SEÑOR, POR MI TRABAJO"
Señor, hoy quiero darte gracias por mi trabajo,
fuente de grandes bienes y gratas realizaciones.
Dame, Dios mío, el don de superar
en mi labor los problemas,
soportar las contrariedades
y gozar de esa calma
que ofrece la paciencia.
Gracias Señor, por mi trabajo,
el cual me permite desarrollar
mis capacidades y dar buen fruto
con los talentos.
Mi trabajo me hace madurar,
mi trabajo es el campo
que se me brinda para ser creativo,
solidario, generoso y para dar
lo mucho que he recibido.
Gracias, Oh Dios, por mi trabajo.
Si lo hago con entusiasmo,
lo difícil se torna fácil
y lo pesado se hace ligero.
Cuando trabajo con amor
alcanzo metas que creía imposibles
y gracias a mi esfuerzo
hay más sonrisas y más paz.
Haz, Señor, que hoy no haga mi trabajo
más fatigoso con las quejas
y el mal genio, sino que, al contrario,
tome mi labor como un servicio
y una oportunidad de hacer el bien.
En el nombre de tu hijo Jesucristo
Amén
Enviado por Andrea Natali
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