Efesios 2:8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.
En donde nos dice le palabra que solamente por medio de la fe podemos ser salvos por la gracia de Dios.
Vamos a leer en Romanos, que Dios estableció claramente cómo podemos aumentar nuestra fe.
Romanos 12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
El nos ha dado a cada uno de nosotros una medida de fe conforme a su voluntad, de manera que vamos a ver que algunas personas tienen más o menos fe que otros. Porque Dios nos repartió a cada uno conforme su voluntad.
Como podemos tener fe?
Si alguien no conoce de Dios como puede tener fe?
Solo pueden tener fe los que creen en Dios en su palabra.
Romanos 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Esta es la única manera que obtenemos fe, oyendo la palabra de Dios.
No hay otro lugar en la Biblia que nos indique que la fe viene por orar o por ayunar.
La oración, es comunicarnos con Dios.
El ayunar también es para aumentar nuestra espiritualidad.
Pero el oír la palabra de Dios no se refiere en el sentido físico (cuerpo), ni en el sentido emocional (alma), sino en el sentido espiritual, de manera que cuando oímos la palabra de Dios, es esta forma el Espíritu Santo va a realizar ese cambio radical, como es el nacer de nuevo.
Marcos 9:23-24 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. 24 E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.
Otras traducciones traducen: “incrementa mi fe”.
Pero nosotros podemos decir, pero si yo creo, pero no logro que lo que dice la palabra de Dios sea posible en mi vida.
A que se debe?
A que solo creemos pero nuestra fe es poca o casi nula.
Los discípulos le pidieron a Jesús que les incrementara su fe:
Lucas 17:5-6 Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. 6 Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.
Así de igual forma debemos de pedirle nosotros a nuestro Señor Jesucristo: “Auméntanos la fe”.
Jesucristo les contestó con un ejemplo que si la fe fuera del tamaño de un grano de mostaza, (que es más pequeño que un grano de trigo), solo con una fe de ese tamaño podríamos decirle a una planta: trasladarle hasta el mar y nos obedecería.
La fe y el amor
1Corintios 13:1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
Esta palabra nos muestra claramente, que cualquier don espiritual que una persona tenga, no sirve para nada si no tiene amor.
Veamos la parábola de la higuera
Mateo 21:18-22 Por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre. 19 Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera. 20 Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó en seguida la higuera? 21 Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. 22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
La clave para tener fe
En esta lectura Nuestro Señor Jesucristo nos da la clave: Debemos de tener fe y no dudar.
Leamos esta misma lectura en el libro de Marcos
Marcos 11:20-26 Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. 21 Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado. 22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. 23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. 25 Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. 26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.
En esta lectura vemos que si decimos que tenemos fe, y además creemos que será hecho lo que pedimos, que pasa si aún lo que pedimos no se cumple?
Será porque no tenemos fe?
Vemos asociada en esta lectura que si nos hace falta perdonar a alguien o no le hemos pedido perdón a alguien, esto hace un gran impedimento a que lo que pedimos lo recibamos.
Como tener fe para quitar un monte y echarlo al mar?
A la fecha no hay registrado en la historia moderna, que alguien con fe, le diga un volcán, un monto o un cerro que lo haya echado al mar.
Pero Jesucristo no se refiere a obstáculos materiales, sino a dificultades morales, que en forma de parábola las compara con un monte.
Para algunas personas estas dificultades solo las asocian a problemas económicos, de salud, problemas en la familia, pero en pocas ocasiones estos problemas, volcanes o montes, las asocian a amar a su prójimo, o a sus enemigos, o a perdonar o pedir perdón a alguien, porque eso sí es difícil.
Algunas personas dicen: “Yo ya lo perdoné en mis adentros”.
Pero si esta persona está viva, sin importar que sea creyente o no, no sabe que ya lo hemos perdonado.
Significado de Perdonar: Librar de culpa, olvidar ofensa.
En otras palabras es borrar de nuestra mente y corazón, cualquier ofensa que alguien nos haya hecho.
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