MENSAJE DE AÑO NUEVO 2014
Cardenal Jorge Urosa Savino
Mis queridos hermanos: Todos queremos un nuevo año 2014 muy feliz. Es natural, pues la felicidad es uno de los anhelos vitales más arraigados en nuestros corazones, y esto porque Dios nos ha creado precisamente para que seamos felices. En efecto Dios es la suma felicidad, y nos creó a su imagen y semejanza. Para que seamos felices envió Dios al mundo a Jesús, su Hijo eterno hecho hombre. Para eso Jesús murió en la cruz, venciendo así al demonio, al mal, al pecado y a la muerte. Y para que seamos felices Jesús resucitó, abriéndonos así las puertas del cielo, y dándonos la posibilidad de compartir su gloriosa resurrección.
ACERQUEMONOS A DIOS
Muchas veces pensamos que la felicidad se consigue con el dinero, con el poder, con los placeres, con la satisfacción de nuestros deseos, caprichos y hasta malas pasiones. Pero no es así. El mismo Jesús nos indicó cuál es la vía hacia la verdadera felicidad. El gozo, la serenidad, la paz y la felicidad sólo se consiguen por el camino del bien y del amor y, concretamente, escuchando y cumpliendo la Palabra de Dios. Escuchemos a Jesús en el Evangelio de San Lucas: "Felices los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen" (Lc 11, 28).
Al comenzar este año los invito, pues, mis queridos hermanos, a renovar nuestra fe y nuestra decisión de seguir a Jesucristo, autor y fuente de la felicidad. Los invito a escuchar su Palabra, que es Palaba de vida eterna (Jn 6, 68), y a cumplirla, como lo hizo la Santísima Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra (Lc 1, 38). Cumplamos los Diez mandamientos de la Ley de Dios, que son las señales que nos indican la vía hacia la felicidad. Recordemos la profunda, grave y realista enseñanza de San Pablo: "el salario del pecado es la muerte; el don de Dios es la Vida eterna, en Jesucristo Nuestro Señor" (Ro 6,23).
Unidos a Dios seremos capaces de vencer las adversidades y de superar incluso el dolor del fracaso, de la enfermedad y de la muerte.
SEAMOS INSTRUMENTOS DE PAZ
El Papa Francisco, en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz en este año 2014, nos señala la fraternidad como elemento fundamental para lograr la paz. De manera particular, los invito, pues, a vivir como hermanos y a trabajar permanentemente por la paz: en el seno de cada familia, en la comunidad, en el trabajo, en la vida social y política. En particular oremos y trabajemos por el cese de la delincuencia.
Seamos promotores y constructores de la paz, desde nuestras propias familias, para que ellas asuman el rol que les corresponde, de ser verdaderas Iglesias domésticas en donde Cristo esté presente y transforme todas las realidades de nuestra sociedad.
Oración:
Cristina Orosco · Universidad Champagnat
Gracias padre por mi familia, por la vida que me regalas por tu creación que expresa tu sabiduría y tu gran amor.
Te pido señor en este nuevo año me concedas humildad, sabiduría para descubrir en las pequeñas cosas tu presencia, de ser perseverante e la fe y sobre todo señor a saber perdonar porque el odio y el rencor envenenan la sangre, el espíritu, la vida y hacen perder la alegría la paz y la serenidad... En nombre de tu hijo Jesús. Amén.
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