En la Biblia hay muchas bendiciones, sobre todo las que los padres dan a sus hijos, ya sea al primogénito o la bendición última antes de morir. Pero en Números encontramos la bendición de bendiciones. Esta es una de las más famosas bendiciones en la Biblia, y se conoce como la “Bendición Aarónica o Sacerdotal”. Aunque lleva el nombre de Aarón, en realidad las palabras proceden de la Boca de Dios.
(Num. 6:22-26) Entonces habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: (23) Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: "Así bendeciréis a los hijos de Israel. Les diréis: (24) 'El SEÑOR te bendiga y te guarde; (25) el SEÑOR haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; (26) el SEÑOR alce sobre ti su rostro, y te dé paz."
Estas son las palabras que Dios encomendó a Aarón y a sus descendientes (los sacerdotes, heb. Kohanim) con las cuales deben bendecir a Su pueblo. No para cualquiera, sino para los Hijos de Dios, para aquellos que han dado el paso de hacer un Pacto con Él.
Así como Jesús les enseñó a Sus discípulos cómo orar (Mateo 6:9-13), también el Padre les enseña a los líderes espirituales cómo bendecir a Su Pueblo.
"Que el Señor le bendiga con la prosperidad material que necesita, que le proteja para que la use en obras de caridad, y que especialmente tenga el tiempo para estudiar Su Palabra."
"Que el Señor le dé entendimiento de Su Palabra para que pueda ver la maravilla de Quién Es, de ver cómo hace que todas las cosas trabajen según Su plan, y que le otorgue favor para con Dios y los hombres."
"Que el Señor colme esa bendición con todo lo que usted no merece, pero desesperadamente necesita, todo lo que desea darle a causa de Su pacto de amor y afecto, ¡y que le sature de Su paz!"